Harina de Marihuana
Puede hacerse de hojas o de cogollos. El principal requisito es que la marihuana esté bien seca. Si no es así, si no está crujiente cuando la prensas entre los dedos, puedes acabar de secarla en el horno. A no más de 100oC, un tiempo aproximado pueden ser 15 minutos. ¡Cuidado que no se te queme la hierba! En el caso de las hojas, debes hacer un concienzudo trabajo de limpieza: separar las hojas de los tallos y ramitas, que se desechan. Luego sólo hay que moler las hojas, por ejemplo en una picadora.
Si luego pasas la harina por un molinillo de café, obtendrás un polvo muy fino que es mejor para cocinar. Si quieres, puedes tamizar la harina para acabar de eliminar restos indeseables, en el caso de que hayas usado hojas.
La harina puede guardarse en la nevera o el congelador. Ten en cuenta que las recetas que elabores a partir de la hoja de marihuana tendrán un característico color verde.
Si usas menos hierba de la que figura en una receta, deberás reemplazar la cantidad que falte para llegar a la cantidad total con harina de cereal (de trigo, de maíz…). También si en una receta has sustituido la harina de hojas por mantequilla o aceite de marihuana, acuérdate de añadir la cantidad equivalente de harina de cereal.
Extractos
Hacer un extracto significa liberar el THC de los tricomas de la marihuana y fijarlo en una sustancia adecuada. En el caso del cannabis, esta sustancia puede ser aceite (o una sustancia grasa como la mantequilla) o alcohol.
De esta manera obtenemos un líquido muy potente que luego podemos usar fácilmente en un gran número de recetas, bebidas… Los extractos, a diferencia de lo que ocurre con la cocina con hojas, no aportan el color verde intenso a la receta.
Resulta práctico, ya que nos ponemos, hacer bastante cantidad y usarlos como comodín para numerosos platos. Se puede conservar en la nevera o el congelador.
Mantequilla de Marihuana
Ingredientes:
♦ 100 g de hoja de marihuana
♦ 1 y ¼ 1 de agua ♦ 500 g de mantequilla
♦ (Por cada 50 g más de hoja añade 100 g de mantequilla y 250 ml de agua)
Pon en una cazuela todos los ingredientes y llévalo a ebullición. Tapa y déjalo hervir a fuego lento entre una hora y media y dos horas, removiendo de vez en cuando. Retira la mezcla del fuego cuando veas que ha ligado (agua, mantequilla y hojas ya son uno), pero aún es líquida. Cuela la mezcla. Lo que te interesa es el líquido filtrado. Exprime bien las hojas para sacarles todo su contenido, toda la mantequilla que hayan absorbido. Deja reposar el líquido hasta que la mantequilla se separe del agua. Mételo así en la nevera o el congelador. Cuando la mezcla esté fría, la mantequilla se habrá solidificado totalmente sobre el agua, que no debe llegar a congelarse. Ahora puedes extraerla fácilmente.
El agua no sirve para nada. Si quieres guardar la mantequilla de forma más cómoda, déjala entibiar y moldéala en forma de bloque. Consérvala en la nevera o congela una parte. Ciento veinticinco gramos de esta mantequilla de marihuana equivalen a un poco más de 25 gramos de hoja.
Por tanto, divide entre 5 la cantidad de mantequilla que vayas a usar en una receta para saber a cuántos gramos de hoja equivale. O, lo que es lo mismo, si partes de una receta calculada con harina de hoja y quieres emplear mantequilla, multiplica por cinco los gramos necesarios.
Aceite de Marihuana
Ingredientes:
♦ 100 g de hoja de marihuana.
♦ ¼ 1 de agua.
♦ 500 ml de aceite
Sigue el mismo proceso que para hacer la mantequilla, pero para enfriar el líquido cuando lo hayas hervido, filtrado y dejado reposar, mételo en el congelador en vez de en la nevera. Debes dejar que el agua se congele para poder separar mejor el aceite.
Una vez hecho todo este proceso guarda el aceite en la nevera. El grado de concentración es igual que el de la mantequilla. Una dosis individual tanto de mantequilla como de aceite es una cucharadita de postre, rasa.
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